El volcán Sangay, el más austral de Ecuador, experimenta en promedio una explosión cada treinta segundos. Durante algunas de estas explosiones, se ha observado un brillo en el cráter y el desplazamiento de piedras incandescentes por uno de sus flancos durante la noche.
Según el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, en las últimas 24 horas se han registrado 918 explosiones, lo que equivale a un promedio de más de 38 por hora.
Las imágenes de satélite han permitido detectar emisiones de gas y ceniza en forma de columnas, ascendiendo entre 500 y 1.700 metros sobre la cumbre y desplazándose hacia el suroeste debido al viento.
Además, se estima que el volcán ha liberado aproximadamente 1.000 toneladas de dióxido de azufre en las últimas 24 horas y se han detectado hasta 15 anomalías termales en su entorno.
Durante la noche, también se han observado episodios de incandescencia en el cráter, así como el descenso de material magmático hasta 1.000 metros por debajo de la cumbre, con rocas candentes rodando por una de las quebradas en el flanco suroriental.
El volcán Sangay, con una altitud de 5.230 metros, se encuentra en un ramal andino de la provincia amazónica de Morona Santiago, en el sureste del país.