El presidente Noboa enfrenta una contundente derrota en las urnas: los ecuatorianos rechazan masivamente su referéndum y consulta popular

En un duro revés político, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, vio cómo la mayoría de los ciudadanos rechazaron sus propuestas en una consulta popular y referéndum celebrado el domingo 16 de noviembre. Los resultados, irreversibles, representan un «cuatro veces No» a las iniciativas clave de su gobierno, apenas unos meses después de que ganara las elecciones presidenciales con holgura en abril.

El peso del voto en contra

Las preguntas más polémicas, que buscaban eliminar la prohibición de bases militares extranjeras y convocar una Asamblea para una nueva Constitución, fueron rechazadas por más del 60% del electorado. Otras dos, que proponían reducir el número de asambleístas y eliminar el financiamiento estatal a los partidos políticos, también fracasaron, superando el 50% de votos negativos.

Desconcierto y autocrítica en el oficialismo

La derrota sumió en el desconcierto al círculo cercano al presidente. En la sede de su movimiento, ADN, y en su residencia privada, no hubo celebración. Noboa se limitó a un escueto mensaje en la red social X aceptando los resultados y afirmando que su «compromiso con el país se fortalece».

Henry Cucalón, exministro de Gobierno, calificó la comunicación oficial de insuficiente y señaló que «el país merece más que un meme». Cucalón atribuyó el resultado a «errores crasos» durante la campaña y a la «falta de claridad conceptual» de las propuestas.

Un plebiscito sobre la popularidad del mandatario

Expertos consultados coinciden en que la consulta se transformó en un plebiscito sobre la figura de Noboa. Farith Simon, jurista y decano de la Universidad San Francisco de Quito, explicó que el desgaste en la popularidad del presidente, el incumplimiento de promesas y declaraciones impopulares lastraron las propuestas.

Simon identificó un «cóctel de la derrota»: una pérdida de credibilidad y un «temor al autoritarismo» entre la ciudadanía, alimentado por lo que algunos percibieron como signos de un ejercicio de poder cada vez más vertical.

Errores de comunicación y clientelismo

Los analistas señalan que la campaña por el «Sí» estuvo marcada por una comunicación errática. La pregunta sobre las bases militares extranjeras, en particular, generó un «ruido innecesario». Las especulaciones del presidente sobre su posible ubicación, incluyendo el patrimonio natural de las Islas Galápagos, desataron alarmas y críticas.

Además, la entrega frenética de bonos y ayudas económicas días antes de la votación fue interpretada por muchos como una medida desesperada y clientelar que, lejos de convencer, profundizó la desconfianza hacia el gobierno.

La Corte Constitucional como «chivo expiatorio» y el camino a seguir

En meses previos, Noboa había centrado sus críticas en la Corte Constitucional, presentándola como el principal obstáculo para su agenda de seguridad. Simon teme que ahora el mandatario utilice su derrota en el referéndum como un «instrumento político» para justificar futuros fracasos, argumentando que no puede actuar contra la inseguridad porque la ciudadanía le negó las herramientas.

El desafío para Noboa ahora es rediseñar su estrategia. Los expertos recuerdan que la cooperación en seguridad con países como Estados Unidos —cuya visita de altos funcionarios fue destacada— puede continuar sin necesidad de bases militares, utilizando los mecanismos de colaboración ya existentes. La expectativa está puesta en si el gobierno aprenderá de este revés, moderará su discurso, buscará consensos y se acercará más a los ciudadanos, más allá de las redes sociales.


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