El elogio de la duda

FAUSTO SEGOVIA BAUS

En esta era en que predomina el progreso ilimitado, que ha dado lugar, paradójicamente, a la decadencia del mundo, el elogio de la duda perece ser una opción para construir un nuevo tipo de desarrollo alternativo no solo económico y social sino mental y ético.

La modernidad -hija de las certezas, a nivel filosófico, político y económico-, ha recorrido numerosos obstáculos ante los escenarios opacos de los sistemas de pensamiento que intentaron someter a la humanidad. Me refiero a los absolutismos atroces, de diversa laya, que diezmaron a la población más que las plagas y guerras juntas.

La duda es el fundamento de la modernidad que presagió René Descartes (1596-1650), matemático, filósofo y fisiólogo francés, quien, en 1637, publicó el “Discurso del Método’”. Descartes propuso la “duda metódica”, que consiste en someter a juicio todos los conocimientos existentes, con el objetivo de alcanzar los principios últimos donde se cimenta el saber. Esta conciencia de la duda se expresa en la famosa frase: “pienso, luego existo” que, con los cambios cualitativos que vive la humanidad, debería denominarse, según mi modesta opinión: “dudo, luego existo”.

Filósofoscientíficos y literatos han manifestado su adhesión al principio cartesiano, al patrocinar la duda como el heraldo del progreso y genio de la razón, pero, ante la vigencia del descalabro moral de Occidente -por la desigualdad, la pobreza y discriminación-, otros pensadores -postmodernos- cuestionan el estado de la cultura después de las transformaciones que afectaron las reglas de juego de la ciencia, la literatura y las artes. Lyotard, Rorty, Lipovetsky, Derridá, Bauman, entre otros, son algunos representantes.

Sabemos que la duda mal concebida puede afectar las relaciones amorosas, y todas relaciones en los diferentes escenarios de la vida privada y pública, pero la incertidumbre -valga la tautología- es la madre de todas las certezas, como decía Edgar Morin. Y que este elogio de la duda nos permita apostar por un pensamiento plural y democrático, lejos del pensamiento único y absolutista.

Fuente:https://www.elcomercio.com/opinion/elogio-duda-fausto-segovia-columnista.html

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