La FDA de Estados Unidos (Administración de Alimentos y Medicamentos) decidió liberar para su uso dos tandas de vacunas de Johnson & Johnson fabricadas en la planta Emergent Biosolutions de Baltimore. Además, ordenó que se tiren muchas más, por no reunir las condiciones para su utilización.
Según The New York Times, son 60 millones de dosis que se deben desechar. En la nota de prensa, la FDA explica que de momento no puede autorizar de nuevo la producción de la citada planta del estado de Maryland, sin embargo, sigue trabajando con la dirección de la compañía fabricante y con la propia farmacéutica para lograrlo.
Johnson & Johnson asumió en abril de este 2021 la supervisión de esta planta del fabricante Emergent BioSolutions, donde unas 15 millones de dosis -según datos que también publicó The New York Times en ese tiempo- de la vacuna de la farmacéutica estadounidense contra el COVID-19 fueron dañadas durante su producción.
Las dos tandas de vacunas liberadas han recibido la autorización para su uso de emergencia en Estados Unidos o en países a los que se exporten.
Otro factor a favor de las vacunas es que ahora tienen más tiempo de vida útil, porque la FDA confirmó lo que ya anunció J&J, la extensión en seis semanas de la fecha de caducidad, de forma que su período de almacenamiento refrigerado pasa de tres meses a cuatro y medio.
