Es un desayuno tradicional de los jornaleros en los ranchos de todo México; pero gracias a su sabor y simplicidad tiene reconocimiento internacional y en cualquier parte del mundo se les conoce.
Son huevos fritos con rodajas de chile rojo, jitomate, cebolla y, en algunos casos, con diferentes tipos de queso, encima de tortillas de maíz y frijoles fritos, acompañado con aguacate.
INGREDIENTES
Frijoles negros 2 tazas
Chile seco
4 Cebolla blanca
1 Diente de ajo
1 Chile serrano
2 Tortillas de maíz
8 Jitomate
5 Huevo
Aceite vegetal 4 cucharadas
Sal Al gusto
Pimienta negra molida Al gusto
Cilantro Para decorar
PROCEDIMIENTO
1 Comenzaremos haciendo unos frijoles refritos. Calentamos dos cucharadas de aceite en una sartén y agregamos 1/2 cebolla rebanada y los chiles serranos.
2 Cuando la cebolla comience a dorar, añadimos los frijoles cocidos y los aplastamos con un machacador de cocina, hasta que queden al gusto.
3 En otra sartén preparamos la salsa, calentamos una cucharada de aceite y salteamos el resto de la cebolla, el ajo y los chiles verdes finamente picados.
4 Cortamos en cubos los jitomates y cuando el chile comience a soltar su aroma los añadimos a la sartén. Bajamos el fuego y dejamos cocinar que el jitomate se haya suavizado. Sazonamos con una pizca de sal.
5 Doramos una a una las tortillas en una sartén con aceite caliente y después, hacemos los huevos estrellados como acostumbramos hacerlo y al gusto de cada quien.
6 Colocamos en un plato dos tortillas de maíz y esparcimos encima tres cucharadas de frijoles refritos.
7 Colocamos un huevo estrellado, agregamos una buena porción de salsa alrededor y adornamos con las hojas de cilantro picadas toscamente.