Es una de las comidas principales en los desayunos, convirtiéndose en unos de los platos insignia de varios países de América del Sur como son Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile, su procedencia es muy antigua y se ha venido trasladando de generación en generación, incluso mucho antes de la llegada de los españoles al continente americano.
Ingredientes
- 6 tazas de choclo desgranado
- 3 yemas de huevos
- 3 claras de huevos
- 1 cucharada de azúcar
- 3 cucharaditas de mantequilla
- 1 cucharadita de polvo de hornear (opcional)
- 1 cebolla blanca larga picada (opcional)
- ½ queso fresco desmenuzado
- hojas de choclo
- Sal al gusto
Preparación
- Trituramos los choclos, para esto vamos a hacer uso de la licuadora y con mucho cuidado procesamos hasta que quede una mezcla homogénea y cernimos. (si tienes un molino puedes emplearlo)
- En una sartén a fuego medio derretimos la mantequilla e incorporamos la cebolla, sofreímos por unos 5 minutos y procedemos a agregarla en la mezcla de los choclos triturados.
- Añadimos el queso desmenuzado, el azúcar, el polvo de hornear y mezclamos, procedemos a espolvorear la sal poco a poco sin dejar de mezclar hasta que sale a a nuestro gusto.
- Batimos las claras a punto de nieve y las incorporamos en la mezcla revolviendo con una espátula cuidadosamente para que quede una consistencia esponjosa.
- Con la ayuda de una cuchara vamos a poner la mezcla sobre las hojas de choclo, doblamos por los costados y luego las puntas hacia arriba.
- Finalmente, las vamos poniendo en la rejilla de la tamalera una a lado de la otra, de modo que siempre las puntas dobladas queden hacia abajo y las cocinamos a fuego medio al vapor por aproximadamente unos 40 minutos.