Sin importar cuál sea la estación del año en las que estés o la parte del mundo donde nos estés leyendo, unas deliciosas costillas a la parrilla mejorarán tu día. Aunque parezca sencillo prepararlas, quizás te sorprenda saber que hay varios trucos que debes aprender. Y es que, para muchos, las parrilladas son sólo asar carnes o embutidos. Sin embargo, también es el momento perfecto para compartir con la familia y unir lazos con amigos.
Algunos elementos que debes tomar muy en cuenta para que puedas hacer esta riquísima receta son:
- Comprar y elegir el mejor tipo posible de carne de cerdo, costillas de buena calidad.
- Resistir el impulso de comprar salsa para barbacoa en tiendas: vale la pena que la hagas tú mismo.
- Entre la leña y el carbón para avivar el fuego de la parrilla, si es posible, elige la primera opción. Contamina menos y va mejor con el sabor.
- Si marinas las costillas de cerdo, no hará falta ningún tipo de aderezo o salsa para complementar.
Deberás tener en cuenta estas características para que, cuando ases estas deliciosas costillas a la parrilla, tu técnica como cocinero y el resultado que ofrezcas ante tus invitados sea inolvidable. Además, está en equilibrio entre lo saludable e higiénico. Recuerda, hay mucha exposición al aire libre.
Ingredientes
- 6 costillas de cerdo (1 kg, aprox.)
- 2 cucharadas de paprika (30 g)
- 1 cucharada de pimienta molida (15 g)
- 1 cucharada de comino en polvo (15 g)
- 5 dientes de ajo sin piel (45 g)
- 1 cucharada de orégano seco (15 g)
- 1 vaso de agua tibia (200 ml)
- 3 cucharadas de aceite de oliva (45 ml)
- 2 cucharadas de vinagre de vino tinto (30 ml)
Preparación
- Lo primero que harás es preparar el condimento para las costillas. Para poder hacerlo necesitarás mezclar todas las especias en un vaso de agua tibia.
- Luego, deberás emplear una brocha para untar y cubrir generosamente la totalidad de las costillas con las especias.
- Asegúrate de cubrir los espacios entre las uniones de la carne y el hueso. Déjalo reposar durante al menos 15 minutos. Reserva.
- Si tienes un medidor de temperatura, empléalo y fija el calor de la parrilla en 165 ºC.
- Una vez tengas la temperatura deseada, coloca las costillas y cierra la tapa de la parrilla. Dejarás asar por 20 minutos.
- Para finalizar, una vez abierta la tapa, deberías ver el hueso de las costillas bien ahumado y la carne jugosa y enrojecida. Será indicador de que están listas.